jose7674 wrote:La Union hará lo que tenga que hacer, y el Reino Unido no es nadie para inmiscuirse en la política de nuestra nación. Hace ya tiempo que dejamos de ser esclavos británicos.
En cualquier caso, la Union ya dio un ultimátum a Japón en referencia a la ocupación de las islas Filipinas. Curiosamente eso no provoco ninguna respuesta británica, ni a favor ni en contra...
La respuesta británica no ha sido pública. La respuesta británica de ninguna manera ha aprovechado la crisis hispano-japonesa para crear una situación favorable a los intereses de Su Majestad. La respuesta británica no ha sido movilizar fuerzas navales en la zona. La respuesta británica no ha sido inventar un incidente diplomático partiendo de la base de un simple problema policial. La respuesta británica no ha sido imponer un ultimátum a Japón a raíz de dicho simple episodio policial, el cual hasta el momento, ni siquiera esta probado.
Las alegadas y supuestas vejaciones al ciudadano unionista James Carlton no solo no han sido comprobadas, sino que existen profundas sospechas de que el mentado Carlton haya sido enviado ex profeso por el gobierno de La Unión a fin de crear de la nada un cassus belli que le permita llevar la crisis con Japón a un estadio de Guerra, seguramente en la confianza de que la misma acabara con una victoria unionista. La desprolijidad del Departamento de Estado Unionista ha dejado ver las ansias de quedarse con territorio nipón, algo que al creer unionista, cimentara su posición como potencia central.
Por otra parte, la Unión y el Gobierno de España deberían agradecer que las declaraciones y contactos británicos no hayan sido públicos. De haberlo sido habría quedado más que claro la posición británica ante la incautación del buque “Unsei”, a todas luces un acto de hostilidad hacia el Imperio japonés. El gobierno español ha sido incapaz de asegurar la seguridad no solo de la población de origen japonés, sino también la de los colonos europeos. El magnicidio de su Rey Alfonso XIII y la poco clara sucesión ha puesto al nuevo (y frágil) gobierno en la situación de “unificar las fuerzas internas” dirigiéndolas hacia un enemigo externo, en este caso, el Imperio de Japón.
Tokio se ha manifestado de acuerdo al derecho internacional, presentando un ultimátum que fue desestimado por las autoridades españolas. Bien podría Madrid haber respondido ese ultimátum buscando una salida satisfactoria para ambas partes. ¿A cuenta de que acuerdo diplomático la Unión se inmiscuye en la crisis hispano-japonesa dando un ultimátum a Tokio? Y para mas, bajo pretexto de proteger a la legación unionista en Hawaii, envía una fuerza naval con la orden de “mantener una zona de protección a su alrededor” donde “cualquier barco de guerra japonés que atraviese dicho limite será atacado”, ¡todo ello en aguas jurisdiccionales japonesas!
Las circunstancias no son homologables bajo ningún punto de vista. ¿Deberá la Republica Francesa, el Reich alemán o el Imperio británico extremar el cuidado para con los ciudadanos unionistas so pena de asumir una crisis mundial si alguno de ellos presenta una serie de magullones?.
Sirvase el gobierno de La Union informar al mundo cuanto tiempo mas necesitara la pequeña legacion ubicada en Hawaii para abordar. Las 48 hs siguen corriendo.